No hay dos seres humanos iguales. Es un hecho que no solamente se manifiesta en el color de la piel o en la estatura, sino también en el temperamento, los puntos de vista, el carácter, los objetivos en la vida y muchos más detalles importantes. Incluso los gemelos idénticos se diferencian por sus puntos de vista o manera de vivir. 

Los seres humanos son diferentes; pero el ser humano no puede vivir aislado. Es un ser social. La comunicación y la asociación con sus semejantes es necesaria para el ser humano. 

Estas dos propiedades forman la base de los conflictos. Los seres humanos tienen que comunicarse, pero en este proceso no siempre coinciden, y surgen discrepancias que pueden transformarse en un conflicto.